Cuando ya tienes la lista de resultados que se ajustan a los términos y límites definidos por tu necesidad de investigación, toca saber si son los adecuados, entonces lo que puede suceder es que sean muy generales, estén desactualizados, no están a texto completo o no responden a lo que necesitas produciéndose situaciones de Ruido o Silencio documental.
EL RUIDO: Si los resultados no tienen nada que ver con tu disciplina ni con los términos elegidos el ruido será mucho mayor que los resultados te interesan.
¿Cuál podría ser el error en la búsqueda?
Es posible que estés haciendo uso de mucha terminología general o que la estrategia de búsqueda no se esté formulando correctamente, con esto me refiero quizá al exceso de operadores OR, entonces para solucionar este error:
o Revisar los paréntesis y los operadores booleanos elegidos
o Elegir nuevos términos de búsqueda revisando las referencias obtenidas
EL SILENCIO: Cuando los resultados son muy pocos, no son pertinentes o, simplemente no existen lo que nos toca hacer es:
o Revisar la ortografía de los términos
o La estrategia de búsqueda no está correctamente formulada porque quizá hay un exceso de operadores AND
Para este caso la solución es:
o Cambia los términos específicos con términos más generales
o Utiliza otros términos relacionados o sinónimos combinados con OR
o Utiliza truncamientos
Aquellos resultados que sí responden a tu necesidad informativa se les considera pertinentes para los cuales aplicaremos unos criterios de evaluación que garantizarán la calidad y fiabilidad de los mismos.
Antes de empezar, toma en cuenta estos consejos:
Revisa que tipo de documentos has seleccionado (artículos, monografías, manuales, tesis, revisiones, etc.) ya que puedes encontrarte con información demasiado especializada o muy general.
Por ejemplo:
o Los manuales aportan información descriptiva y general del tema que tratan.
o Las monografías profundizan más en el tema que están cubriendo.
o Los artículos, informes, tesis, etc., son tipos documentales que tratan de una temática en concreto y ofrecen información muy precisa y actualizada de la misma. Describen resultados experimentales, nuevos conocimientos o experiencias que se basan en hechos conocidos.
o Las revisiones te ofrecen una visión global de lo que se ha escrito en la literatura científica hasta ahora, sobre el tema que estás investigando.
Revisa la fecha de publicación.
Según el área de conocimiento, el periodo temporal seleccionado será más o menos amplio. Hay muchas disciplinas cuyo avance científico es muy rápido y las teorías quedan obsoletas en poco tiempo.
Te aconsejamos que la información esté actualizada con los últimos avances de tu disciplina
Revisa el número de citas que ha recibido el artículo que estás leyendo. Es un indicador de calidad y puede ayudarte a determinar cuáles son los artículos más importantes dentro del conjunto seleccionado. Para poder ver esta cifra tendrás que hacer las búsquedas de información en bases de datos que te ofrezcan ese dato como son:
Web of Science, Scopus o Google Scholar.
Revisa para quién se ha escrito la información que estás consultando.
Asegúrate que la información consultada es apropiada para el trabajo que estás realizando. En el caso de un trabajo académico, debe dirigirse a un público científico y/o académico. La información escrita para el público general, como en el caso de las obras divulgativas, no nos valdría.
Revisa quién es el autor del documento.
Si estás realizando un trabajo académico te recomendamos que selecciones documentos cuyos autores sean expertos en el área de conocimiento que estás consultando. La autoría es un indicador de calidad. Una forma de valorar la calidad del autor es a través del prestigio de la universidad a la que pertenece. Esta información suele venir en los artículos científicos junto al nombre del autor.
Revisa si el contenido y si contiene bibliografía.
Si estás realizando un trabajo académico, te recomendamos que selecciones documentos que contengan bibliografía. Esto nos indica que la información del documento está bien documentada.
Revisa la calidad de las fuentes que has seleccionado.
Recuerda que todas las fuentes que puedes encontrar en la biblioteca son fiables y de calidad.
Si son documentos (libros, artículos, informes, etc.)
La revista donde se publica un artículo o la editorial que edita un libro es un indicador muy valioso para establecer la validez de sus contenidos.
Si son recursos de información en internet
Si la información es precisa o Si la información es objetiva o responde a algún tipo de interés o Si se enriquece del punto de vista de otros autores y sus conclusiones están bien argumentadas.
Estudia los resultados:
También es importante que conozcas sobre el uso de gestores bibliográficos para organizar mejor tus resultados de investigación. Esto te permitirá guardar la información que vas encontrando y te permitirá trabajar con ella más adelante.